miércoles, 27 de octubre de 2010

El robobo de la jojoya

Una anciana ciega entrega a un joyero una cruz de quince perlas para que la repare, y le advierte que no se le ocurra engañarla quitando alguna perla, ya que ella sabe que, contando desde el extremo de cualquiera de los brazos de la cruz hasta la parte inferior, hay nueve perlas. Sin embargo el joyero se las arregla para quitarle dos perlas sin que ella se de cuenta del cambio.
¿Cómo?

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