Una y una, dos
Dos y una, seis.
El pobre burrito
Contaba al revés.
¡No se lo sabe!
-Sí me lo sé-
¡Usted nunca estudia!
Dígame ¿por qué?-
Cuando voy a casa
no puedo estudiar;
mi amo es muy pobre,
hay que trabajar.
Trabajo en la noria
Todo el santo día.
¡No me llame burro,profesora mía!.
lunes, 26 de enero de 2009
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