miércoles, 11 de febrero de 2009
¡Alá es justo!
De todos es conocido el sentido de la hospitalidad que poseen beduínos, bereberes, tuaregs y otras tribus del desierto que se desviven y desmueren por sus invitados y huéspedes. En cierta ocasión 2 beduínos, de los beduínos de toda la vida, socorren a un hombre perdido en el desierto. El primero de ellos posee 5 panes y el segundo solamente 3, pero aun con esa escasez deciden compartir entre los tres y a partes iguales los 8 panes, poniendo en peligro su vida y socorriendo así al pobre moribundo.
A pesar de la penuria, del fuerte calor y de la insoportable sed, los 2 beduínos y su compañero logran sobrevivir. Este último, agradecido, decide recompensarles con 8 monedas de oro de un incalculable valor.
El segundo de los beduínos, aquel que sólo tenía 3 panes, y que no entraba en sí de gozo, en un alarde matemático de considerable magnitud, reparte las monedas del siguiente modo:
-"5 monedas para ti y 3 monedas para mí. Es la forma más justa de repartirlo".
El primero de los beduínos, hombre ducho en matemáticas, sabio y justo donde los halla, responde:
-"No es precisamente justicia sino egoísmo o ignorancia lo que hay en dicho reparto, pues a mí me corresponden 7 monedas y a ti solamente te corresponde una".
No poniéndose de acuerdo en el reparto deciden encomendarse a Alá, a quien se tiene por justo. La respuesta es llevada por el arcángel Gabriel, emisario de Alá, quien se les aparece durante un sueño como antaño se solía hacer y ...¿cómo continúa el cuento?.
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