viernes, 27 de noviembre de 2009

"El tío Petros y la Conjetura de Goldbach"



“Toda familia tiene su ovejas negra; en la nuestra era el tío Petros”. Así lo afirma el sobrino favorito de Petros Papachristos-y narrador de las peripecias de su tío-, en esta novela de Apostolos Doxiadis.
El anciano tío Petros vive retirado de la vida social y familiar, entregado al cuidado de su jardín y a la práctica del ajedrez. Su sobrino, sin embargo, descubre por azar que su tío Petros fue un matemático eminente, profesor en Alemania e Inglaterra, niño prodigio en esta disciplina y estudioso totalmente absorto en sus investigaciones científicas.
La vida de Petros Papachristos ha girado durante años en torno a la demostración de la famosa Conjetura de Goldbach, un problema en apariencia sencillo y que cualquier estudiante de secundaria puede entender, pero que durante más de dos siglos nadie ha sabido resolver: “Todo número par superior a dos se puede escribir como suma de dos números primos”.La forma de plantearse el problema en la novela es, sencillamente, magnífica. El sobrino quiere estudiar matemáticas y pide consejo a su tío Petros. Este no sabe como hacer desaparecer esa idea de la cabeza de su sobrino, así que le propone un reto bien sencillo en apariencia: demostrar en el verano que cualquier número par mayor que dos es suma de dos primos. El sobrino, por supuesto, no consigue lo que nadie ha conseguido aún y abandona las matemáticas hasta que meses después su compañero le explica la trampa que le tendió su tío.A partir de aquí Apostolos Doxiadis nos abre las puertas de una extraordinaria aventura personal inscrita en el ámbito de las matemáticas, donde personajes ficticios conversan con algunos delos mejores matemáticos de este siglo pasado como Hardy, Ramanujan, Turing y Gödel. Describe el esfuerzo y el sufrimiento de un científico por resolver un enigma y refleja la lucha del ser humano por conquistar lo imposible.
“Una conjetura matemática que no se ha resuelto en 3 centurias, un genio matemático que se vuelve loco tratando de resolverla; una relación ambigua entre el genio y su sobrino, que siente debilidad por las matemáticas; y una penetrante obsevación sobre el ser humano se unen para hacer de El tío Petros y la conjetura de Goldbach una novela divertida, tierna, encantadora y, en mi opinión, irresisitible”. (Oliver Sacks).
En general, cualquier persona que alguna vez haya admirado la belleza de las matemáticas se identificará inmediatamente con el tío Petros. Todos los que habiendo admirado esa misma belleza sabemos que estamos negados para ella, nos identificaremos con el sobrino, y todos los capaces de disfrutar de una buena novela, leerán esta con absoluto placer

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