Como mi hambre aumentaba,
decidí un sandwich preparar,
a mi pan coloqué 1/8 de queso
y 1/8 de mortadela además.
Como aún me pareció pequeño,
3/8 de queso decidí agregar
y como si esto fuera poco,
de mortadela, 1/8 más.
¡Si vieran la tremenda boca
que tuve que abrir para tragar!
y como es lógico, más tarde,
el dolor de estómago me hizo llorar.
Es que calculen la cantidad
de queso y mortadela, y entenderán
que vale más ser medido en la vida,
porque todo exceso hace mal.
miércoles, 2 de junio de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Muy divertida la propuesta
pero al que matematica le cuesta
no podrá aprovechar
la belleza de este blog
en particular
desde aqui yo me despido
pero antes les digo
que si estais aburrido
los juegos
son lo más divertido
Publicar un comentario